Citrullus lanatus
La sandía es una planta rastrera, que pertenece a la familia de las cucurbitáceas. Es famosa por sus frutos grandes, de pulpa roja y dulce, refrescante y con un alto contenido de agua. Se cultiva en climas cálidos y su producción es especialmente abundante durante el verano. Las semillas de sandía se siembran a principios de primavera y suelen cosecharse en verano.
La siembra se realiza en primavera, cuando ha pasado el riesgo de heladas.
La sandía está lista para cosechar cuando la parte de la fruta que toca el suelo cambia de blanco a amarillo.
Requiere al menos 6-8 horas de luz solar directa por día.
Regar profundamente pero con poca frecuencia, permitiendo que el suelo se seque entre riegos.
Requiere buena ventilación y drenaje para evitar la pudrición por exceso de agua.
Puede llegar a cubrir un área de hasta 4 metros cuadrados.
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